Trabajando con Excelencia: Cómo Honrar a Dios a Través de Tu Trabajo
- Becky de Muir
- 9 jun
- 2 Min. de lectura
Versículo:“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres.” — Colosenses 3:23
¿Alguna vez has sentido que tu trabajo pasa desapercibido o que no es valorado?Tal vez estés poniendo tu corazón en un negocio, en un ministerio o incluso en las tareas diarias que mantienen tu hogar en marcha. Es fácil preguntarse: ¿De verdad esto está haciendo la diferencia?
Pero Colosenses 3:23 nos invita a ver nuestro trabajo desde una perspectiva diferente: como un acto de adoración.
Cuando vemos nuestro trabajo—ya sea liderar un equipo, atender a un cliente o preparar el almuerzo para los niños—como para el Señor, todo se transforma. La excelencia deja de ser un intento de impresionar a un jefe, de ganar aplausos o de crecer en las redes sociales. En cambio, se convierte en una ofrenda: una forma de reflejar el carácter de Dios en todo lo que hacemos.
La excelencia honra a Dios.Él es quien te regaló tus talentos, pasiones y oportunidades. Al dar lo mejor de ti, reflejas Su naturaleza: fiel, intencional y amorosa. Tu trabajo, hecho de todo corazón, lleva a otros a Él.
La excelencia sirve a los demás.Muestra respeto, integridad y cuidado por quienes te rodean: clientes, compañeros de trabajo, familia y amigos. Es una manera de amar a tu prójimo a través de la obra de tus manos.
La excelencia te transforma a ti.Te desafía a crecer, aprender y confiar en la fuerza de Dios, incluso cuando te sientes incapaz. Es una invitación a depender de Su gracia cada día.
Así que hoy, comprometámonos a trabajar con excelencia—no para recibir aplausos de la gente, sino como un acto de adoración.
Paso a Seguir:Elige un área donde puedas elevar tus estándares hoy:
Tal vez sea en la calidad de tus productos o servicios: ¿puedes agregar un detalle especial o dar un paso extra?
Tal vez sea en la forma en que te comunicas con tus clientes: respondiendo con gracia, empatía y respeto.
O tal vez sea en tu propia mentalidad: eligiendo presentarte con gratitud y pasión, incluso cuando las cosas se ponen difíciles.
Cuando trabajas con excelencia, no solo estás construyendo un negocio—estás construyendo un testimonio. Sigamos avanzando, paso a paso, para honrar a Dios en cada tarea. Porque, hagas lo que hagas, trabajas para el Señor—y esa es la vocación más alta de todas.
Cuéntame abajo: ¿En qué área vas a elevar tus estándares hoy? Me encantaría saberlo y animarte.
Con Fe y Propoósito,
Becky.
Trabajando con Excelencia

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